Esta semana hemos seguido dándole vueltas al tema de Alicia y a su historia, a como se mete en ese mundo de maravillas y de lo que le sucede en él. En realidad, se trata de un sueño que tiene mientras está en una calurosa tarde con su hermana a la orilla de un río aburrida. Gracias a todos esos factores entra en un estado de duermevela, un momento por el que pasamos todas las personas al menos una vez al día, cuando estamos dando vueltas en la cama antes de dormirnos, justo antes. En esos instantes nuestro subconsciente hace de las suyas y saca a relucir todos los aspectos que nos tienen preocupados o que han sido importantes para nosotros a lo largo del día. Muchos de ellos, los más importantes o los más raros, aparecen en nuestros sueños y actúan de la forma menos esperada porque es nuestro subconsciente el que los controla, no nosotros. El País de las Maravillas es un sueño de Alicia en el que se puede ver como va perdiendo poco a poco la relación con la vida real, pero paulatinamente, viéndose reflejados los estados por los que se pasa hasta estar profundamente dormimos.
Todo esto, aparentemente no tiene nada que ver con nosotros, con los arquitectos ni con los hombres del mundo cotidiano más allá de que todos dormimos. Sin embargo, cuando tuvimos que pasar el cuento de Alicia a dibujos hicimos un ejercicio mental al que se hace cuando nos encargan un proyectos: un cliente relata como quiere que sea su casa, su historia, su familia, la relación entre los miembros y un buen arquitecto sabe sacar de todo lo que dice las características de la edificación. Pero claro, no es un proceso fácil, primero debemos expresar nuestras sensaciones, luego geometrizarlas y por último crear figuras tridimensionales. Así que vamos pasito a pasito y en la clase de ayer y la de hoy dibujamos como nos sentíamos, el jueves con pastel y basándonos en las sensaciones de Alicia y hoy ya con tinta, lejía y la orden de "todo vale". Fue realmente divertido.
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